Palacio de los Olvidados - Exposiciones "Inquisición. Instrumentos de tortura" y "Los 1000 Federicos García Lorca"

El Palacio de los Olvidados es un espacio expositivo de la cultura sefardí de Granada. Dedicado a un pueblo que quedó "olvidado", tras la Inquisición y su expulsión de Granada con la llegada de los Reyes Católicos.

Apenas quedan restos de la Granada de los judíos; pero fueron una importante comunidad con grandes poetas, hombres de Estado, científicos y filósofos que también contribuyeron a enriquecer la ciudad de la Alhambra. Este lugar pretende cubrir ese vacío histórico y el desconocimiento sobre la presencia sefardí en Granada. 

Este espacio está ubicado en la Casa-Palacio de Santa Inés del siglo XVI (Bien de Interés Cultural), a pocos pasos del Paseo de los Tristes y con increíbles vistas a la Alhambra.

Un Palacio de los Olvidados, además, porque en este inmueble se borró uno de los escudos. Lo que testimonia cómo tenían que eliminar las familias judías todo rastro tras el año 1492 y debían "reconvertirse". 

En su interior se puede ver la exposición permanente bajo el nombre de “Inquisición. Antiguos instrumentos de tortura”. En ella vemos los escalofriantes instrumentos que se utilizaron por la Santa Inquisición e Instituciones Civiles, para obligar a los herejes y demás reos a confesar. Son una muestra de los artilugios de tortura más usados por los tribunales inquisitoriales en toda Europa, como la toca, el potro o la garrucha. La mayoría de ellos proceden de tribunales civiles, ya que fueron muy crueles con la comunidad sefardí por considerarla peligrosa para la convivencia.

Además, la exposición permanente de “Los 1000 Federicos García Lorca” va en línea de una carta escrita por el propio Federico llena de miedos y metáfora. Se ve así mismo como un alma que está de paso. Como una persona que es el resultado de sus hechos y de los tiempos que vivió, que los percibe ajenos a su posesión más explícita. Metáfora en la que explica como en la vida estamos “de prestado”, tal como dice en su carta, y que somos el resultado de una sucesión de momentos de los que no somos dueños.